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Pan de orégano: Antes de entrar en pánico y pensar “yo no hago esto ni de broma”, pedimos un momento de atención. Esta receta de pan de orégano no puede ser más fácil. De hecho, fue el primer pan que hice en toda mi vida, y me salió bien a la primera. No hace falta un horno especial, ni materiales raros, ni ser especialmente ducho en la cocina. Sólo un poco de paciencia con la fermentación, y punto.
La satisfacción que sientes la primera vez que haces pan de orégano es muy especial. Es el elemento más básico de nuestra gastronomía, pero al mismo tiempo es algo que siempre compras y nunca cocinas en casa. Por eso recomiendo totalmente tirarse a la piscina. El resultado compensa: tendrás un pan fantástico, seguramente mejor que el comprado, capaz de resolver una merienda o un aperitivo, o de acompañar una comida de estilo mediterráneo.
La única dificultad que puedes tener, dependiendo de dónde vivas, es conseguir la levadura, pero en muchas panaderías la venden.
En el siguiente párrafo encontraras la receta completa del Pan de orégano.
Pan de orégano
Ingredientes
- 900 ml. de harina
- 40 gr. de levadura fresca
- 100 gr. de mantequilla
- 300 ml. de leche
- 2 cucharadas de orégano
- 2 cucharaditas de sal
- Aceite
Elaboración paso a paso
- Derretir la mantequilla en una cazuela. Añadir la leche y dejar que la mezcla se temple.
- Desmigar la levadura en un bol y mezclar poco a poco con la leche y la mantequilla derretida (ojo, es importante que el líquido esté templado para no matar la levadura). Condimentar con el orégano y la sal.
- Añadir la harina tamizada (pasada por un colador), mezclándola en dos tandas con el líquido. Amasar y dejar fermentar durante 40 minutos en el mismo bol, con un poco de harina en el fondo y tapado con un trapo (pero dejando espacio para que pueda levar). Pasado este tiempo, volver a amasar para quitarle el aire de la fermentación.
- Precalentar el horno a 200 grados.
- Hay dos formas posibles de hornear el pan. Engrasar una fuente de horno redonda con aceite, ir haciendo bolitas con la masa y colocándolas en la fuente formando una especie de pirámide de dos o tres pisos. Pintar con mantequilla derretida y espolvorear, si se quiere, con un poco más de orégano. Hornear unos 30 minutos.
- La segunda es cocer las bolitas por separado sobre una bandeja de horno engrasada, para hacer bollitos individuales, pintándolos también con mantequilla derretida y espolvoreando una pizca más de orégano. De esta forma se hacen antes, con lo que en 15-20 minutos, dependiendo del tamaño, pueden estar. Para probar si están hechos, se puede sacar uno y golpear la base: si suena hueco, es que ya está.
- Estos bollitos individuales se pueden servir como pequeños bocadillitos con rodajas de tomate natural y paté de olivas, por ejemplo. O con anchoas. O con lo que se te ocurra que pueda ir bien con el orégano.
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