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Tarta de remolacha: No sé si me equivoco, pero me da la sensación de que cada vez se come menos remolacha. Veo poco este ingrediente en los restaurantes, supongo que porque hay bastante gente a la que no le gusta. Y no lo entiendo muy bien, teniendo en cuenta que es un vegetal de lo más versátil, que lo mismo vale para platos salados que dulces. Y además tiene un sabor y un color únicos.
Me imagino que produce cierto rechazo porque lo que muchas personas entienden por remolacha es su versión embotada y avinagrada, que nada tiene que ver con la cocida en casa.
Recomiendo a los escépticos iniciarse con la Tarta de remolacha, inspirada en una receta de Ana, la hermana de mi cuñada May. Ella usa queso feta, pero yo he buscado un contraste más fuerte con un queso como el gorgonzola. Se puede poner también roquefort, queso azul o cabrales si se quiere subir aún más la potencia.
Ingredientes
Para 6-8 personas
Pasta brisa
- 200 gr. de harina
- 150 gr. de mantequilla muy fría
- 1 huevo
- Sal
Relleno
- 400 gr. de remolacha
- 1 cebolla
- 1 cucharada de tomate frito
- 200 gr. de queso gorgonzola (en su defecto, roquefort, azul o cabrales)
- 4 huevos
- 200 gr. de yogur griego
- 100 ml. de leche
- 3 cucharadas de perejil picado
- 1 cucharada de mantequilla
- Aceite de oliva
- Sal y pimienta
Preparación
Para preparar tu Tarta de remolacha tienes que cortar las hojas de la remolacha dejando un trozo de unos cinco centímetros de los tallos. Lavarlas bien y cocerlas sin pelar en agua hirviendo con sal durante 1 hora y media aproximadamente, hasta que estén bien tiernas. Para comprobarlo, pincharlas con un cuchillo, y si se notan blandas, es que están hechas. Enfriar con agua, pelar eliminando los tallos y la punta de la raíz, y reservar.
Hacer la pasta brisa. Mezclar la harina con una pizca de sal en un bol. Cortar la mantequilla en daditos, añadirla a la harina y desmigarla con los dedos, hasta que la mezcla quede como arena gruesa. Añadir el huevo y una cucharada de agua y mezclar sin amasar, justo para que quede una masa ligada. Filmar y dejar reposar en la nevera media hora.
Picar la cebolla y rehogarla con la cucharada de mantequilla y un chorrito de aceite durante 20-30 minutos, hasta que esté bien hecha. Añadirle la remolacha cortada en rodajas finas, dar una vuelta, salar ligeramente y retirar del fuego.
Precalentar el horno a 200 grados.
Extender la pasta brisa sobre un molde redondo de horno de unos 25 cm. de diámetro, cubriendo bien las paredes. Pinchar con un tenedor por toda la superficie. Cubrirla con papel de aluminio y poner encima pesos de cocina o garbanzos secos para que no suba, y meterla en el horno 10 minutos. Sacarla, quitar el papel de aluminio y los pesos y hornear 5 minutos más. Sacar y dejar que se enfríe un poco.
Colocar la remolacha con cebolla sobre la masa horneada.
Batir en un bol los huevos, el yogur, el tomate frito y la leche. Añadir el queso troceado y el perejil, salpimentar y verterlo todo sobre la remolacha. Hornear entre 30 y 40 minutos, hasta que esté dorada y cuajada en el centro.
Desmoldar y servir caliente o a temperatura ambiente, acompañada de ensalada o de las hojas de la remolacha cocidas y aliñadas con aceite, sal y vinagre.
Y ya tenemos nuestra Tarta de remolacha!
Nos vemos en a próxima receta.

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