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Crema fría de calabacín: El calabacín es una de las verduras más sosas que existen. Pero es precisamente su neutralidad la que la hace idónea para ciertos platos. Y además, si se le sabe sacar partido, su sabor suave puede resultar tan delicioso como el de otras hortalizas más potentes.
En esta receta, rehogo con fuerza el calabacín antes de cocerlo, para extraer todos los aromas posibles. Y al final le pongo un toquecillo de uno de los mejores quesos del País Vasco, el Idiazábal, para contrastar. Si os suena raro tomarla fría, está igual de buena en caliente, pero para el verano, os recomiendo lo primero. Si la vichyssoise se toma así, ¿por qué la crema de calabacín no?
En el siguiente párrafo vais a encontrar la receta completa de Crema fría de calabacín.

Crema fría de calabacín y queso Idiazábal
Ingredientes
- 2 calabacines grandes o tres medianos
- 2 patatas medianas
- 100 gramos de queso Idiazábal semicurado o en su defecto, uno similar
- 1 cebolla
- 4 cucharadas de nata líquida
- 1 litro de caldo de pollo
- 1 cucharada de mantequilla
- Aceite de oliva
- Sal y pimienta
Elaboración paso a paso
- Picar la cebolla y ponerla a rehogar a fuego medio en una cazuela grande con la mantequilla y un chorrito de aceite. Cuando esté transparente, añadir el calabacín picado en dados grandes y remover.
- Cuando esté blandito, añadir las patatas peladas y cortadas en trozos grandes. Salar ligeramente y mojar con el caldo de pollo, sólo con lo suficiente para cubrir las verduras. Cocer entre 20 y 30 minutos, hasta que la patata esté bien hecha.
- Fuera del fuego, triturar con la batidora y añadir la nata. Sumar el queso Idiazábal rallado y remover hasta que se haya fundido del todo, calentándola un poco más si es necesario. Si se quiere una textura muy fina, pasar por el chino. Dejar enfriar y meter después en la nevera.
- Se puede servir con unos palitos de pan y queso, o con unas huevas de salmón en plan más fino. Y como casi todas las sopas, está mejor de un día para otro.
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